... después de la clase me fui a la costa del río, un sol digno de respeto daba para buscar la sombra. Me fui bien hasta la baranda que cierra el paseo, sorteando el obstáculo de los restaurantes pitucos. Nomás llegar a la baranda veo que se acerca un carguero a buena velocidad. Apenás si tuve tiempo de desenfundar la K5, sacarle la tapa y disparar. Mientras la nave pasaba también yo me desplazaba buscando un lugar mejor
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5 comentarios:
El sábado estuvo muy caluroso, había alerta meteorológico, pero hasta la noche no llegó la tormenta.
Me gusta mucho el color natural que lograste en estas fotos, y también el marco de árboles en los primeros planos.
Cariños
Laura
A la hora en que hacía esas fotos en Rosario, en Buenos Aires el agua caía a baldazos. Es así nomás, cuando llueve sopa resulta que yo esperaba ensalada de papa y estoy con un tenedor...
Te cuento que hoy leí que al atardecer, estos árboles se llenan de unos pájaros grandes y negros (patos biguás) aprovechando el pique de los pescadores. Voy a tener que ir a ver si puedo hacer algunas fotos, aunque realmente espero que no me revoloteen muy cerca! :)
Es un lugar realmente hermoso, lleno de temas en todas las direcciones... Lo de los biguás puede dar para una serie muy interesante
Buenísimas, Dano! Me encanta la imagen de eso árboles secos y el barco que pasa. Mucha melancolía. Los árboles góticos vs. la alegre vida fluvial. Me encanta el contraste de espiar la vida a través de los árboles pelados.
Besos,
Flavia
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