No me gustan los cielos bíblicos que tan de moda se han puesto de un tiempo a esta parte... Pero estos son distintos. Parece que transforman el lugar en un decorado tenebroso. Y que anuncian lluvia. Una lluvia que aquí echamos de menos todos los días.
¡Es que no era una crítica sino un breve solaz sobre los deslizamientos en la pendiente del lenguaje! Desde luego que advertí que la sensación que vos señalás es de irrealidad, probablemente asentada en la ausencia de presencias animales de todo grado de racionalidad! Ayer concluyeron en la Facultad de FyL USAL las 7° Jornadas Internacionales de Ética en las que organicé, programé, arbitré, fotografié, presenté trabajo y coordiné. Aun así, el miércoles 29, primer día de 7°JIE contesté tu comentario. Vuelvo a mi incierta y laberíntica normalidad que incluye, además de todo el trabajo docente y académico, llevar a copiar en papel nuestras fotos y montarlas para exhibirlas.
Lo que más me gusta de estas fotos no son los cielos, que también, sino esa luz tan fielmente captada y que impregna toda la imagen logrando eso que todos conocemos conocemos y que denominamos "oscuridad de tormenta". Una gozada para la vista. Un abrazo
cierto Luis, esa luz que nos deslumbra y que después ni se asoma a los sensores, por mucho ISO y diafragma que le demos. Te conzco de leerte en el blog de Mayte, esa muchachaaaaa. Y te encontré en Óptica fija. 50mm. Nosotros los viejos...
11 comentarios:
Excelentes fotografias....
Cumprimentos
No me gustan los cielos bíblicos que tan de moda se han puesto de un tiempo a esta parte... Pero estos son distintos. Parece que transforman el lugar en un decorado tenebroso. Y que anuncian lluvia. Una lluvia que aquí echamos de menos todos los días.
Esa luz es fantástica, Daniel, y el barrio encantador!
Fernando, Mayte, Laura, recostándome en una idea de Bergman, luz de invierno
Espectaculares, Dano! Me encanta la luz que se filtra en los días tormentosos. Es una de mis debilidades.
El barrio quedó como artificial. Es una imagen muy extraña.
Besos desde San Clemente!
¡Es artificial!
Todavía nadie ha logrado sembrar ladrillos y que crezcan barrios!
cariños desde el barrio artificial
Quise decir irreal, como fantasmagórico. Disculpá mi imprecisión con las palabras.
¿En qué andás, Dano querido?
Te extraño,
Flavia
¡Es que no era una crítica sino un breve solaz sobre los deslizamientos en la pendiente del lenguaje!
Desde luego que advertí que la sensación que vos señalás es de irrealidad, probablemente asentada en la ausencia de presencias animales de todo grado de racionalidad!
Ayer concluyeron en la Facultad de FyL USAL las 7° Jornadas Internacionales de Ética en las que organicé, programé, arbitré, fotografié, presenté trabajo y coordiné. Aun así, el miércoles 29, primer día de 7°JIE contesté tu comentario.
Vuelvo a mi incierta y laberíntica normalidad que incluye, además de todo el trabajo docente y académico, llevar a copiar en papel nuestras fotos y montarlas para exhibirlas.
Lo que más me gusta de estas fotos no son los cielos, que también, sino esa luz tan fielmente captada y que impregna toda la imagen logrando eso que todos conocemos conocemos y que denominamos "oscuridad de tormenta".
Una gozada para la vista.
Un abrazo
cierto Luis, esa luz que nos deslumbra y que después ni se asoma a los sensores, por mucho ISO y diafragma que le demos.
Te conzco de leerte en el blog de Mayte, esa muchachaaaaa.
Y te encontré en Óptica fija. 50mm.
Nosotros los viejos...
Una luz celestial atractiva y amenazante.
Unas imagenes fantásticas!.
Un abrazo
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