La primera de las fotografías cuenta, desde mi óptica personal, con una serie de líneas que tienden a converger en el horizonte lo que le da un particular interés y personalidad. La segunda cuenta con un original encuadre con ese árbol en primer término encuadrando las montañas. Ambas muy buenas. Saludos,
Miguel, en la primera foto, si la mirás con mucha atención, ninguna línea converge en el horizonte sino que, de izquierda a derecha van entrando en el semiplano siguiente, así las dos primeras lomas se pliegan sobre el corte superior del acantilado que cierra el valle (del río de las vueltas), la del acantilado entra en el faldeo de la colina que yo sendeaba y finalmente la colina, con el sendero, se esconde detrás de un enorme neneo. O sea una típica composición renacentista por pantallas. El horizonte que queda es apenas, al fondo, la suave línea celeste del lago Viedma y la línea de colinas de la estepa que lo cierran al sur...
Hermosos paisajes, Dano! las dos fotos me gustan mucho, una luz y brillo, otra sombra y frescura, en ambas dan ganas de tomarse un buen respiro. Un beso
Hola Lau, ningún respiro; la subida es medianamente dura, ir yendo es hermosa, sentirse estar ahí es toda una experiencia y al llegar a la luguna llega también una emoción de inmensa alegría... Un beso
13 comentarios:
Que imagens tão preciosas!!! Gostei muito da segunda!!!!
Beijos.
Lindíssimas!
La primera de las fotografías cuenta, desde mi óptica personal, con una serie de líneas que tienden a converger en el horizonte lo que le da un particular interés y personalidad. La segunda cuenta con un original encuadre con ese árbol en primer término encuadrando las montañas. Ambas muy buenas.
Saludos,
muy guapas si señor!
Luz y color impecables!
Un abrazo
Me trae buenos recuerdos...
Un abrazo
Unos lugares preciosos.
Teca, Meire, Jesus, Josep perdonen que los amuche por una vez. Mil gracias por pasar por el blog...
Miguel, en la primera foto, si la mirás con mucha atención, ninguna línea converge en el horizonte sino que, de izquierda a derecha van entrando en el semiplano siguiente, así las dos primeras lomas se pliegan sobre el corte superior del acantilado que cierra el valle (del río de las vueltas), la del acantilado entra en el faldeo de la colina que yo sendeaba y finalmente la colina, con el sendero, se esconde detrás de un enorme neneo. O sea una típica composición renacentista por pantallas. El horizonte que queda es apenas, al fondo, la suave línea celeste del lago Viedma y la línea de colinas de la estepa que lo cierran al sur...
Jan, infiero que sendeaste en El Chaltén...
Un abrazo
Luis, una alegría saber de vos...
Hermosos paisajes, Dano! las dos fotos me gustan mucho, una luz y brillo, otra sombra y frescura, en ambas dan ganas de tomarse un buen respiro.
Un beso
Hola Lau, ningún respiro; la subida es medianamente dura, ir yendo es hermosa, sentirse estar ahí es toda una experiencia y al llegar a la luguna llega también una emoción de inmensa alegría...
Un beso
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