sábado, 9 de febrero de 2013

arroyo

pequeño curso que alimenta el estanque de truchas
















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12 comentarios:

josep dijo...

Si me dices que etamos en un pequeño afluente del Amazonas también me lo creo.
FenomenaL composición.
Un abrazo y que pases un buen domingo

José Ramón dijo...

estoy de acuerdo. Buen finde

Angel Corrochano dijo...

Un lugar para contemplar y relajar la mente
Abrazo

Javier Ciscar Blasco dijo...

No encuentro una imagen que le vaya mejor al título del blog. Ese podría ser, con facilidad, el "rincón feliz" de cualquiera si uno se imagina con los pies dentro del agua, cosa a la que ayuda el encuadre. Un abrazo, Daniel.

Daniel Rodriguez dijo...

Hola Josep, yo, que estaba ahí a la hora de hacer la foto, te aseguro que no me habría atrevido a entrar al agua en un pequeño afluente del Amazonas. Por pequeño que fuera. Quizá la mayor diferencia entre la selva ecuatorial y el bosque húmedo austral sea la habitabilidad.
abrazo

Daniel Rodriguez dijo...

Sin embargo también en el sur es fácil perderse en el bosque. Y entre esos árboles centenarios el GPS no sirve para nada.
abrazo

Daniel Rodriguez dijo...

Y no sólo la mente. Hasta el cuero cabelludo se te relaja en esos aires...
abrazo

Daniel Rodriguez dijo...

Umm, no de cualquiera, pero sí de muchos. La experiencia de adentramiento que algunos encontramos en el bosque y el río otros la tienen en la alta montaña, otros en el mar, o en el lago, o incluso en la estepa.
Y observás con mucho tino y razón en que el título de mi blog y mi experiencia de la luz se relacionan con el bosque y el río. Por eso, aunque es mi medio, se me hace tan difícil fotografiar en la ciudad
gracias Javier, abrazo

chapiniki fotos dijo...

Precioso rincón nos muestras y además dices que hay truchas. El verde, la luz, el agua, la sombra, lo tiene todo.

Un abrazo.

Daniel Rodriguez dijo...

Este canal alimenta el estanque de truchas, él no las tiene, ni se supone que las tenga porque cuando se liberan, las crias de cada desove se dirigen río abajo al lago Nahuel Huapí, de donde salen por el río Limay.
En realidad las truchas, un depredador feroz, son una maldición turística. Son completamente exógenas y cuando las introdujeron en las aguas del sur argentino, para cumplir con el maldito sueño de la Europa en el exilio, ellas exterminaron, o casi, las especies nativas. Y ahora se las mantiene porque hay un turismo, tan predador como ellas , que viene a pescarlas. Lo mismo ocurría con el pino oregón, introducido por la oligarquiá "civilizadora"; pero esto se está revirtiendo con una política estratégica de repoblación nativa a partir del bosque de transición y explotación industrial del pino, que no se replanta en áreas boscosas.
gracias Chapi

Laura Rivera dijo...

Qué belleza, Dano, me encanta el reflejo verde en el agua!
No sabía esto de las truchas ni del pino. Es muy interesante.
Un beso

Daniel Rodriguez dijo...

Laura, tu experiencia fotográfica sí que es fuerte, porque esta foto no puede estar más lejos de la fotografía de luz clásica que vos hacés, y aun así te gusta.
Gracias Lau...