martes, 15 de julio de 2014

se la conocía como la casa del esclavo





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10 comentarios:

Enrique Chapín dijo...

Parece hasta cierto punto irreal, como de cartón piedra. Mínima, estrecha pero con vida y personalidad.

luis dijo...

Una verdad al descubierto. Por mucho que intentemos esconder lo que está en el fondo, tarde o temprano, aparece y se muestra, como esos ladrillos que cuentan de algo de hace tiempo.
Me gusta como has captado el día lluvioso y esa otra persona que asoma para mi que le da un cierto dinamismo a la imagen. Un saludo

Laura Rivera dijo...

Qué linda!!! Está reciclada? El reboque blanco parece dejar a propósito esos antiguos ladrillos a la vista. Y ese balcón es encantador!
Todo el bloque rompe la continuidad en la línea de construcción, aunque también sean casas antiguas las que la enmarcan.
La foto me encanta, con la humedad de la lluvia y la presencia de la pareja y de la chica que pasa que le dan vida a la escena.

daniel rodriguez dijo...

Irreal, sí, y sobrereal también, cargada de embelecos, de cuentos bien contados, que luego son institucionalmente desestimados pero que todos los del común popular seguimos sosteniendo cuando la llamamos La casa del esclavo ¡Populistas!!! Ellos, doctrinarios historiadores ciudagrafistas la llaman La casa mínima, como si el tamaño, con ser interesante, diera cuenta de los fantasmas.
Es, casi con seguridad, el último trozo de ciudad colonial que nos queda, más allá de todos los reciclados que le hayan sido propinados. Esos ladrillos sobrevivieron a la Independencia, la guerra civil, la Organización Nacional, la Fiebre Amarilla, el granerodel mundo, la consolidación burguesa, la reacción oligárquica, la Revolución Populista, la contrarevolución oligárquica-liberal-burguesa, el primer despertar democrático burgués, la Crisis, y nuestro actual segundo despertar democrático populista. Más de docientos años de historia, para un europeo una bicoca, para nosotros todo nuestro tiempo
un abrazo Chapi

daniel rodriguez dijo...

El tiempo y el transcurso Luis, esas vidas jóvenes, la que pasa y los que anhelan un rato de inmortalidad y en cambio esos ladrillos que muchos creemos que son de la época en que éramos súbditos del rey de España

daniel rodriguez dijo...

Las casas que la cercan tienen unos cien años menos, o más. Fijate que La casa del esclavo no es lo único "raro". Mirá dónde está la ventana de la casa de la derecha..!

Laura Rivera dijo...

Parecen tres estilos diferentes, tres épocas diferentes. Por aquí hay casas antiguas que tienen dos entradas: la puerta principal y una muy pequeña (incluso mucho más baja que la de la foto), que era por donde entraba el personal de servicio. Pensé que sería algo así. Pero acabo de buscar y leer la historia de la casa para saber de qué se trataba.

Carmen dijo...

Me gusta mucho la pared de ladrillo visto.
Linda fotografía.

daniel rodriguez dijo...

Cada vez que alguien cuyas fotos me interesan publica algo con data busco en la red. Creo que la fotografía no es sólo un intercambio perceptivo, que debe haber algo del compromiso con lo real. Esa casa es mucho más que lo que es, aun siendo el caso como en este tiempo en que ha quedado de buen aspecto y da gusto verla, pero en otras épocas era una ruina deplorable y aun así la veíamos con cierta devoción por esa huella de nosotros mismos

daniel rodriguez dijo...

Gracias Carmen por tu visita. Celebro que te guste...